No sé cómo enfocar esto correctamente sin dejarme cosas, pero
lo voy a intentar. Por cierto, es un post que va más enfocado hacia
las chicas, pero si te sientes cómodo, cambia el género y se te
aplicará a ti también. Allá vamos:
Nunca he sido una chica flaca. Nací con 4 kg, o sea, ni como
bebé fui pequeñita. Siempre estoy a dieta y siempre bromeo sobre
ello. Ha sido el complejo que más tiempo he llevado, a veces muy
obvio, a veces muy enmascado.
En los últimos años se nota una campaña muy ávida en contra
del fat shaming y body shaming. Y no me parece mal.
Está ayudando a mucha gente, estoy muy convencida, está levantando
el ánimo y está dando esperanzas. Por todas partes vemos actrices y
cantantes y famosas que se oponen al Photoshop, que dicen
claramente: "sí, me gusta comer, estoy gorda, deal with it,
si no te gusta mira a otro lado." Bien, bien, hasta ahora todo
bien.
Pero no sólo un número alto de IMC hace que las chicas se
sientan menos de lo que son, sino que también la forma de sus
pechos, las varices, las estrías, las pecas, la falta o la sobra de
músculo, hay muchas razones que tenemos para sentirnos
insuficientes. Y ya que me gusta abarcar lo máximo posible en mis
artículos, te voy a decir que esto se les aplica a los chicos
también, aunque ellos parezcan un poco más imunes a esta presión
personal y social.
Dicen que el culpable de todo esto son las revistas, los
ideales impuestos por la moda, las series, las películas, el
Hollywood. Recuerdo que en un monólogo de una de mis comediantas
favoritas, Amy Schumer, ella cuenta que le han dicho que si quiere
salir en la pantalla de su propia película tiene que pesar menos de
65 kilos porque si no a la gente le va a molestar verla actuar. Y
adelgazó para la película y volvió a engordar después y promete no
volver a adelgazar nunca para satisfacer a alguien. ¡Pues muy
bien!
PERO (y alguien decía que lo importante siempre viene después
del "pero" y lo otro es sólo para suavizar la situación)
PERO, el problema no es ni la moda, ni las películas, ni el
Photoshop, de hecho creo que ni siquiera es un problema sino una
realidad: lo que desmantela en gran parte toda esta campaña de
self confidence no es que nadie es perfecto, sino que hay
cuerpos que sí que son casi perfectos sin Photoshop, sin exceso de
maquillaje, sin fajas que se llevan debajo de la ropa para simular
una cintura de avispa, sin un sujetador push-up. Lo que nos
manda a callar al fin y al cabo no es que a los chicos no les
gustemos porque no nos parecemos a las chicas de las revistas, de
hecho ellos ni siquiera miran esas revistas, sino nosotras. Lo que
nos manda a callar es el hecho de que hay chicas que sin muchas
alteraciones artificiales las miras y dices: es que está muy buena
y es preciosa.
Así que lo que yo pienso al fin y al cabo para mi misma, es lo
siguiente: intenta ser tu mejor versión de ti misma. Hazlo para
ti misma, con confianza, no con actitud de inferioridad ni de
víctima. Si puedes ser más culta, sé más culta. Si puedes ser más
interesante, sé más interesante. Si puedes ser más artística, sé
más artística. Si puedes ser más atlética, sé más atletica. No te
entierres en la excusa de: "soy gordita pero tengo buena
personalidad"; "me sobran unos kilos pero tengo un buen sentido del
humor". Si he conseguido invertir en mi intelecto, en mi
personalidad y las he mejorado, también puedo invertir en mi cuerpo
y mejorarlo. No es fácil. Pero tampoco es fácil sacarte una
carrera, ser mejor en el trabajo, seguir tus sueños, dejar de fumar
o ser autónomo. Las cosas que valen la pena nos cuestan. Estar
bueno nos costará también.
Hay cosas que no podremos cambiar por mucho que nos gustara
sin llegar a operaciones estéticas (altura, nariz, orejas, una
frente ancha, etc) o alteraciones genéticas (alérgias, fobias,
manías), pero hay cosas que sí, y si se pueden mejorar se deberían
mejorar, y las que no las podemos mejorar, esas sí que deberíamos
aprender a aceptarlas.
Que si te gustas más gordita, pues sé como te gustas. Si a tu
pareja le gusta que estés redondita y no le gustas flaca, adelante.
Estoy hablando de mi, y estoy hablando de las chicas que sí que les
gustaría estar más flacas y le echan la culpa a las revistas por
sus complejos. Es la verdad, aunque parece que es algo que no se
dice en público últimamente porque queda feo, pero hay que
reconocerlo: en realidad a todos nos gustan guapos y guapas. No son
las revistas, no son las películas, no es el Photoshop, somos
nosotros, y es normal que nos guste lo esteticamente bello.