Sinceramente estoy algo harta de estar medio triste, de ser siempre la realista, de reaccionar correctamente, de calcular e ir con cuidado, de echarle agua a las fiestas, de esperar que algo malo pase para que nada me pille desprevenida y para que vuelva a tener razón.
Tengo ganas de esperanza, de dar caricias, de recibirlas, de no pensar que todo es transitorio y por ser transitorio no se merece mi atención ni mi inversión.
Quiero no calcular el tiempo que pasa mientras observo el arcoíris, quiero no darme tanta prisa en el coche y disfrutar más del camino.
Quiero dejar de esperar cosas por parte de nadie y dejar que me sorprendan, que vuelva a dar las gracias con toda sinceridad.
Quiero volver a creer en cosas etéreas.
Quiero sutileza, delicadeza y ternura.