Estaba en Rumanía hace ya más de unos 11-12 años y en una
revista que sacaron creo que en febrero y en la contraportada
había, supuestamente, una imagen en 3D de un corazón. Una imagen
que nadie podía ver. Fue muy frustrante, especialmente cuando una
compañera logró verla. No sabíamos si nos estaba tomando el pelo o
no, pero dijo que el secreto es verlo pero no mirarlo. Como cuando
miras una cosa pero piensas en otra, y entonces se descubre.
Y después de muchos intentos, la vi. Fue de lo más mágico.
Poder ver algo que casi nadie podía ver y que muchos han dejado de
intentar.
Y aún hoy mismo, me fascinan. Son maravillosos. No me canso.
Aunque sólo sea una imagen al fin y al cabo. Pero parece otra
dimensión. Esa nitidez es algo extraordinario. Siempre me pone de
buen humor mirar un estereograma. ¿Mi parte favorita? Cuando
después de unos 4-5 segundos de intentar verla de repente se abre,
como un estado de trance, y lo que estaba invisible se vuelve
claro, exclusivo, bello.
Aquí están algunas de mis favoritas: